21 de abril de 2010

84, Charing Cross Road - Helene Hanff


El 9 de abril de 1997 murió la escritora norteamericana Helene Hanff, y qué mejor homenaje en un nuevo aniversario que la lectura de su obra emblemática: 84, Charing CrossRoad.
Helene Haff se desarrolló, fundamentalmente, como escritora de guiones para series televisivas, aunque su sueño desde niña fue escribir obras de teatro. Si bien estas obras recibieron muy buenas consideraciones por parte de críticos conocidos, nunca encontró quién quisiera producirlas.

Para sobrevivir, comenzó a escribir guiones para series de televisión que le permitían alquilar un espacio pequeño donde mal vivir y comprar los libros antiguos que tanto la apasionaban. En la búsqueda de ejemplares usados y en buenas condiciones, es que se encuentra con un anuncio de la librería londinense Marks & Co., y con un primer pedido comienza el intercambio epistolar que durará veinte años (la primera carta fue enviada por Helene Haff el 5 de octubre de 1949 y la última fue despachada desde la librería el 8 de enero de 1969).

A lo largo de estos veinte años que duró la relación epistolar fue forjándose una amistad, que no logrará nunca superar esta etapa ya que diferentes circunstancias harán que Helene no pueda cumplir su sueño de viajar a Londres (entre ellas, el gasto de todos sus ahorros en el arreglo de sus dientes).

Como dije más arriba, este intercambio comenzó en 1949, en plena etapa de posguerra, con Londres –y toda en Europa- viviendo bajo un régimen de racionamiento. HH, enterada de esta situación, decide enviarles algún tipo de provisiones, y esto permitirá que la correspondencia integre a otros miembros de la librería y a la familia de Frank Dosel, su principal interlocutor.


84, Charing Cross Road, es una novela epistolar, corta, de esas que no generan en su lector medias tintas: o se ama y pasa a ser un libro de cabecera o resulta un desperdicio de tiempo. Tengo la suerte de pertenecer al primer grupo, aunque en sus primeras páginas me acerqué peligrosamente al segundo.

La descripción que hacen en sus cartas los interlocutores de los sentimientos que les despiertan cada ejemplar me hicieron verme reflejada. Hay muchos lectores –ni hablar de los que no lo son- que no pueden comprender lo que algunos libros como objeto despiertan en algunos de nosotros. Mucha gente no comprende que uno entre en éxtasis al ingresar a una biblioteca, que pueda describir el olor de los libros, su textura, que se los tome y acaricie como si de un ser vivo se tratara.

“Casi temo tocar esas páginas de tacto tan suave que semejan de pergamino y de un fuerte color crema. Acostum­brada al blanco apagado y a las cubiertas de cartón rígido de los libros americanos, jamás supuse que un libro así pudiera proporcionar un placer tan gozoso al sentido del tacto.”

HH comparte conmigo y con muchos de ustedes esta pasión por el libro como objeto, y lo demuestra en cada una de sus cartas.

7 comentarios:

Fuensanta Niñirola dijo...

Hola! He leído el libro y visto la película basada en él, y ambos me parecen deliciosos. Cómo se puede desarrollar una amistad en la distancia, con los libros y la literatura como medio. Es maravilloso. Me alegra tu entrada por recordarme a esa autora y esa relación.
Saludos!

Soledad dijo...

Ariodante: Este libro nos recuerda a esa época donde el correo cruzaba mares y montañas para acercar a dos personas... Gracias por la visita y por el comentario, bienvenida a mi espacio!

Fuensanta Niñirola dijo...

Ahora sí que tenemos un correo mucho más rápido! Y realmente estamos tan cerca...aunque haya océanos por en medio.
Me gusta tu blog, Soledad.

Anónimo dijo...

un libro delicioso y que, lectora apasionada, disfruté enormemente al verme reflejada en muchas situaciones.
Estoy descubriendo tu blog de a poquito...
un abrazo,
Ale.

Manuel dijo...

Interesante. Buscando este libro he llegado a tu blog que me ha gustado. Yo también tengo uno en el que comento mis opiniones acerca de los libros que voy leyendo y otras cosas relacionadas con literatura.

rossy dijo...

Maravilloso libro, me encantó. Tengo pendiente ver la película ...

bsos!

Soledad dijo...

Hola Rosalía, gracias por tu visita y tus comentarios. Yo también adoré este libro.
saludos,