30 de abril de 2010

Seda - Alessandro Baricco (empezando)

Son numerosas las cosas que hacen que me decida por un libro o por otro a la hora de sentarme a leer. En estos momentos tengo unos diez libros esperándome, y tengo varios dias en los que -por no tener la cabeza puesta en su justo lugar- no me decido por uno ni por otro. Pero hoy ocurrió algo que me hizo decidir: una entrevista radial a Alessandro Baricco hizo que tomara de esa pila Seda.

Numerosos comentarios lo hicieron llegar a mi lista de por leer, hoy lo tengo entre manos para comenzar a conocernos.

28 de abril de 2010

Bartleby y compañía - Enrique Vila-Matas (una aproximación)

Alguno de ustedes se preguntará por que mientras publico comentarios de distintos libros, la foto de Estoy leyendo... sigue estática. Bartleby y compañía es un libro que me acompaña hace meses, y es cierto que lo estoy leyendo. Pero de una manera más que pausada. Lo tomo, lo dejo y vuelvo a él en un mejor momento.

No creo que sea de los libros que se abandonan, y seguramente habrá lectores que habrán acabado con él de una sentada, pero no es mi caso. Me estoy relacionando con él en forma lenta, como se desarrollan las verdaderas amistades y creo que Vila-Matas pasará a ocupar un lugar preciado en mis anaqueles.

27 de abril de 2010

El baile - Irene Nemirowsky


En los comentarios de los libros leídos en 2009, me quedó en el tintero lo que me sucedió cuando leí “El baile”. Luego de escuchar y leer numerosas críticas y comentarios sobre la obra de Irene Nemirowsky, decidí aventurarme en sus confines. “Suite francesa” me resultaba demasiado larga para el escaso tiempo del que disponía para leer, pero no quería seguir postergando mi encuentro con esta escritora.

“El baile” tiene el tamaño físico justo para un tiempo escaso. Más que novela parece un cuento, Nemirowsky tiene la capacidad de contarnos en muy pocas páginas la vida entera de una familia, los sentimientos de una niña casi adolescente (en quien vemos reflejada a la propia escritora y su difícil y distante relación con su propia madre), y las actitudes y comportamientos de toda una sociedad.

Los Kampf, una familia clase baja que mejora ostensiblemente su situación económica gracias a los negocios del padre, han conseguido todo lo que el dinero puede comprar pero no lo que más ansían: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Dispuestos a todo por conseguirlo organizan un baile para más de doscientas personas, al que han invitado a lo más rancio de Paris. Pero en esa lista de invitados no está Antoinette, la hija adolescente de los Kampf, quien ha recibido de parte de su madre la peor afrenta: no participará de la fiesta.

"¡Pero bueno! asistir al baile esta chiquilla, esta mocosa, ¡habrase visto!... Espera y verás cómo hago que se te pasen todos esos delirios de grandeza, niña... ¡Ah!, y encima crees que vas a presentarte "en sociedad" el año que viene. ¿Quién te ha metido esas ideas en la cabeza? ¡Que sepas, niña, que apenas he empezado a vivir yo, ¿me oyes?, yo, y que no tengo intención de preocuparme tan pronto por una hija casadera... No sé por qué no te doy un buen tirón de orejas para quitarte esas ideas..."

El orgullo herido y los sueños de la “presentación en sociedad” destrozados, resultan una combinación explosiva, que, unidos a su vez a un gesto impulsivo provocarán un final dramático y revelador de lo que une realmente a esta familia.

Y queda flotando en el aire la pregunta…¿hasta dónde puede llegar el dolor de un niño por la indiferencia de sus padres?

22 de abril de 2010

Feria del Libro Buenos Aires 2010


Bajo el lema "Festejar con libros 200 años de historia" (en conmemoración del Bicentenario nacional) se inaugura hoy la 36ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.


Con un largo listado de autores nacionales (Marcos Aguinis, María Teresa Andruetto, Vicente Battista y Juan Saturian entre muchísimos otros) e internacionales ( Almudena Grande, Alessandro Baricco, Enrique Vila-Matas, Fernando Vallejos y el best seller John Katzenbach, entre otros), nos espera como cada año para disfruitar juntos de la triada de la literatura: libro -escritor - lector.


Planos, horarios de la feria y de las actividades en la web de la Fundación El Libro

21 de abril de 2010

84, Charing Cross Road - Helene Hanff


El 9 de abril de 1997 murió la escritora norteamericana Helene Hanff, y qué mejor homenaje en un nuevo aniversario que la lectura de su obra emblemática: 84, Charing CrossRoad.
Helene Haff se desarrolló, fundamentalmente, como escritora de guiones para series televisivas, aunque su sueño desde niña fue escribir obras de teatro. Si bien estas obras recibieron muy buenas consideraciones por parte de críticos conocidos, nunca encontró quién quisiera producirlas.

Para sobrevivir, comenzó a escribir guiones para series de televisión que le permitían alquilar un espacio pequeño donde mal vivir y comprar los libros antiguos que tanto la apasionaban. En la búsqueda de ejemplares usados y en buenas condiciones, es que se encuentra con un anuncio de la librería londinense Marks & Co., y con un primer pedido comienza el intercambio epistolar que durará veinte años (la primera carta fue enviada por Helene Haff el 5 de octubre de 1949 y la última fue despachada desde la librería el 8 de enero de 1969).

A lo largo de estos veinte años que duró la relación epistolar fue forjándose una amistad, que no logrará nunca superar esta etapa ya que diferentes circunstancias harán que Helene no pueda cumplir su sueño de viajar a Londres (entre ellas, el gasto de todos sus ahorros en el arreglo de sus dientes).

Como dije más arriba, este intercambio comenzó en 1949, en plena etapa de posguerra, con Londres –y toda en Europa- viviendo bajo un régimen de racionamiento. HH, enterada de esta situación, decide enviarles algún tipo de provisiones, y esto permitirá que la correspondencia integre a otros miembros de la librería y a la familia de Frank Dosel, su principal interlocutor.


84, Charing Cross Road, es una novela epistolar, corta, de esas que no generan en su lector medias tintas: o se ama y pasa a ser un libro de cabecera o resulta un desperdicio de tiempo. Tengo la suerte de pertenecer al primer grupo, aunque en sus primeras páginas me acerqué peligrosamente al segundo.

La descripción que hacen en sus cartas los interlocutores de los sentimientos que les despiertan cada ejemplar me hicieron verme reflejada. Hay muchos lectores –ni hablar de los que no lo son- que no pueden comprender lo que algunos libros como objeto despiertan en algunos de nosotros. Mucha gente no comprende que uno entre en éxtasis al ingresar a una biblioteca, que pueda describir el olor de los libros, su textura, que se los tome y acaricie como si de un ser vivo se tratara.

“Casi temo tocar esas páginas de tacto tan suave que semejan de pergamino y de un fuerte color crema. Acostum­brada al blanco apagado y a las cubiertas de cartón rígido de los libros americanos, jamás supuse que un libro así pudiera proporcionar un placer tan gozoso al sentido del tacto.”

HH comparte conmigo y con muchos de ustedes esta pasión por el libro como objeto, y lo demuestra en cada una de sus cartas.

20 de abril de 2010

Yo leo en el bar

Vía el blog de TyT, me entero de una excelente iniciativa del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: Bibliotecas en los Bares. Para mí, que soy de las que cargan con ejemplares de un lado para otro y los bares son uno de mis lugares favoritos para sentarme a leer, esta es una noticia que alegra el día.

En el marco del proyecto "Yo leo en el bar", van a instalarse bibliotecas con la colección completa de las obras de Jorge Luis Borges, en quince bares notables de la Ciudad de Buenos Aires.

Los clientes que lleguen a estos bares, podrán pasar un rato acogedor con alguna de las siguientes obras: El Aleph, Cónicas de Bustos Domecq (escrita a cuatro manos con Adolfo Bioy Casares), Fervor de Buenos Aires, El libro de Arena y El libro de los seres imaginarios.

Los bares en los que estarán las bibliotecas, son un grupo de quince bares que han sido designados Bares Notables de la Ciudad de Buenos Aires y en los cuales, además de encontrar a Borges encontraran parte de la historia de la ciudad:
Café Tortoni (Av. De Mayo 825)
El Gato Negro (Av. Corrientes 1669)
El Progreso (Av. Montes de Oca 1700)
Mar Azul (Tucumán 1700)
Confitería Saint Moritz (Esmeralda 894)
Margot (Boedo 857)
36 Billares (Av. De Mayo 1048)
Bar Hotel Castelar (Av. de Mayo, 1152)
Barobar (Tres Sargentos 415)
La Giralda (Av. Corrientes 1453)
Los Laureles (Av. Iriarte 2290)
La Poesía (Chile 502)
Iberia (Av. de Mayo 1196)
El Federal (Carlos Calvo 395 / 99)
El Querandí (Perú 302)

18 de abril de 2010

Por la web



leerestademoda.com es una más de las tantas webs que hablan de libros. En honor a la verdad, no puedo hacer una crítica de la misma ya que no leí ninguno de sus comentarios, pero si me gustó mucho este video que publicaron y por eso lo comparto con ustedes.

17 de abril de 2010

El invierno en Lisboa - Antonio Muñoz Molina

Luego de varios meses, más de los deseables - al menos para mí- regreso a este espacio. Las lecturas han sido esquivas y los escritos aún más. El verano no es mi estación, sólo logra agotarme y obnubilar mis neuronas, sumiéndolas en una nebulosa que sólo el frío logra disipar.
La escasa disminución de la temperatura por este hemisferio me permitió hojear el primer libro que leo de Antonio Muñoz Molina. “El invierno en Lisboa” esperaba en mi estantería desde hacía muchos años. Muchísimos. La marca que pongo a cada libro que adquiero –por haberlo comprado o porque me lo han regalado- dice que este ejemplar llegó a mis manos en 1994. Son varios los libros que me esperan de este autor español, pero un homenaje a la novela negra y el jazz son dos elementos a los que no logro resistirme.


Si me atengo a la contratapa, puedo decir que “Santiago Biralbo, músico de jazz, y Lucrecia viven una tormentosa historia de amor, interrumpida a veces por los altibajos de su propia pasión. (…) San Sebastián y Lisboa –evocada por una canción de Biralbo- son los testigos de esta historia, que se verá aderezada por una intriga en la que un cuadro de Cézanne tendrá un papel decisivo…”.

Si me voy a mi interior a buscar lo que me ha dejado es mucho más lo que puedo contar. Los escenarios son maravillosos, y Muñoz Molina los describe con una maestría que nos permite viajar hacia ellos y volvernos parte de cada uno de esos lugares. Nunca estuve físicamente en Lisboa, pero puedo decir que recorrí sus calles de la mano de Santiago Biralbo, que busqué a Lucrecia a su lado, y que sufrí sus pérdidas, sus miedos y su rebelión interna junto a él. Pero no sólo en Lisboa. También compartimos momentos en San Sebastián, en el Lady Bird, buscando la mirada de la mujer de turno a través del humo de los cigarrillos. La ciudad de Lisboa es otro de los personajes de esta novela, es el deseo, la ilusión de una nueva vida y el miedo a la muerte.


Con un manejo del lenguaje irresistible, y multipremiada "El invierno en Lisboa" es, como dije un par de líneas más arriba, mi primer encuentro con Muñoz Molina, pero estoy segura de que no será el último.