27 de febrero de 2011

El librero de Kabul - Asne Seiesrstad

Asne Seiesrstad es una periodista noruega, que decide reflejar la vida de las mujeres en Kabul y para ello se integra en una, la de Sultan Khan, dueño de una librería en la capital. Seiesrstad no quiere escribir esta historia a partir de entrevistas, por eso esta decisión de pasar a formar parte de una familia de clase media, para ver desde dentro y en forma cotidiana cuales son las vivencias, sueños y miedos de sus protagonistas.

A partir de un narrador omnipresente pero sin nombrarse a sí misma, la autora nos va describiendo la vida de las mujeres afganas a través de lo que ocurre en el hogar del que forma parte momentáneamente.

La familia de Khan está formada, al inicio de la historia, por el librero, su esposa, sus hijos, sus hermanas y su madre.

Khan va contando su historia, sus peripecias como librero y amante de las letras en un país donde gobiernos y gobernantes deciden quiénes pueden acceder a los libros, cómo pueden hacerlo y fundamentalmente a qué libros, cuáles son los textos permitidos y cuáles pueden, incluso, llevar a la prisión y a la muerte.

Si bien este libro cuenta la vida de Sultán Khan, lo que más llama la atención es el tipo de vida que llevan las mujeres de su entorno, la falta de derechos y la opresión a la que estas se ven forzadas.

Luego de la publicación de este libro, el librero se sintió ofendido por lo escrito, acusó a la autora de mentirosa y decidió publicar su propia versión de los hechos. Este libro aún no ha sido publicado en castellano, y sólo se conocen algunos detalles por los medios, por lo que lo poco que sabemos es que Sultan Khan desmiente a Seiesrstad y cuenta lo felices que viven todas las mujeres a su alrededor.

Personalmente no creo que haya mentiras en ninguno de los dos libros. Son visiones diferentes de una misma realidad. Una occidental, de una mujer proveniente de un país donde mujeres y hombres son considerados iguales, que poseen –al menos para la ley- los mismos derechos y las mismas obligaciones. Otra de un hombre criado y formado en una cultura donde la mujer es un objeto, una pertenencia del hombre, quien decide cómo ella vive… y también cómo muere.

13 de febrero de 2011

María Elena Walsh (1930-2011)


Hace poco más de un mes – el 10 de enero- nos encontramos con la triste noticia de la muerte de María Elena Walsh. Escritora, compositora, cantante.

Reconocida mundialmente, en primer lugar, por sus libros y canciones para niños, también se dirigió al público adulto con canciones, cuentos y columnas en los medios, en los cuales bregaba por la igualdad y la democracia.

Somos varias las generaciones que tenemos a Manuelita, la Reina Batata y la Mona Jacinta como compañeros de juego de nuestra infancia y al Reino del Revés como paraíso soñado donde escapar en momentos de aburrimiento.

Sus canciones fueron transmitidas en discos de vinilo, cassettes y CD, pero fundamentalmente a través de la voz de mamás, papás, abuelas y maestras.

La desazón por la partida de María Elena Walsh puede resumirse en los ojos llorosos de mi hija de diez años, cuando se enteró de la noticia. Todos los niños, incluso los que ya pasamos la niñez, sentimos que hemos perdido a una gran amiga de aventuras. Y para los adultos, se nos fue esa voz firme, la de las letras punzantes y que nos abrieron los ojos en momentos de la historia en los cuales era más fácil callarse.

Tenemos la suerte de poder volver a sus palabras y a su música cada vez que el alma y las ganas de sonreir, repensar la realidad y jugar nos lo pidan.

Les dejo la canción "para adultos" que más me gusta de ella:




Foto: Sara Facio -una gran fotógrafa, de la que tenemos que hablar muy pronto-, su pareja durante más de 30 años y que la acompañó, o se acompañaron, hasta el final de MEW.

6 de febrero de 2011

Regresando

Como todos los años, el verano hace que me meta dentro del cascarón, que me retraiga, que la mayoría de las cosas y los proyectos caigan en un letargo del cual salimos juntos –los proyectos y yo- recién cuando las temperaturas comienzan a descender y el otoño se ve a la vuelta de la esquina.

En este momento comienzo a retomar los pendientes y a listarlos para poder hacerles frente y ponerme al día con ellos.

Con Tecleando tengo muchas deudas, las cuales espero lograr saldar a lo largo de lo que queda del mes de febrero. De a poco voy escribiendo las reseñas de los libros que me acompañaron durante el año 2010, y sobre varios hechos que han ocurrido en estos meses de silencio.