La casa de Fatma se ha llenado de gente. Sus tres nietos han llegado a visitarla. Cada uno con sus razones particulares y personales, acuden a la casa de la abuela, buscando un momento de la historia, de la propia y del país en el que nacieron. Pasado, presente y futuro se entremezclan en los recuerdos, los pensamientos y los deseos.
Novela coral, donde cada personaje es reflejado a través de sus propias disquisiciones. El dialogo es escaso entre estos seres perdidos cada uno en su mundo, pero los monólogos internos nos van mostrando la historia familiar, los desencuentros políticos e ideológicos que fueron dándose a lo largo de los casi cien años que vivió nuestra matriarca.
La violencia de clase que intenta camuflarse detrás de ideologías diferentes, lleva a nuestros protagonistas a vivir situaciones que no podrían haber imaginado, ni nosotros viendo sus vidas desde fuera, y que harán que sus realidades tengan un violento giro.
Mi primer encuentro con Orhan Pamuk fue a través de su novela Nieve, la cual realmente me atrapó e hizo que tuviera muchísimos deseos de adentrarme en otra de sus obras. No tuve la misma suerte con La casa del silencio, ya que no logré relacionarme con sus personajes, ni sus ambientes.
Es una historia interesante que nos lleva a conocer algunos aspectos de la vida política de Turquía utilizando como excusa la vida diaria de una familia que se ha visto afectada a diario por los cambios históricos, pero a mí, no logró entusiasmarme.
Novela coral, donde cada personaje es reflejado a través de sus propias disquisiciones. El dialogo es escaso entre estos seres perdidos cada uno en su mundo, pero los monólogos internos nos van mostrando la historia familiar, los desencuentros políticos e ideológicos que fueron dándose a lo largo de los casi cien años que vivió nuestra matriarca.
La violencia de clase que intenta camuflarse detrás de ideologías diferentes, lleva a nuestros protagonistas a vivir situaciones que no podrían haber imaginado, ni nosotros viendo sus vidas desde fuera, y que harán que sus realidades tengan un violento giro.
Mi primer encuentro con Orhan Pamuk fue a través de su novela Nieve, la cual realmente me atrapó e hizo que tuviera muchísimos deseos de adentrarme en otra de sus obras. No tuve la misma suerte con La casa del silencio, ya que no logré relacionarme con sus personajes, ni sus ambientes.
Es una historia interesante que nos lleva a conocer algunos aspectos de la vida política de Turquía utilizando como excusa la vida diaria de una familia que se ha visto afectada a diario por los cambios históricos, pero a mí, no logró entusiasmarme.
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