17 de diciembre de 2013
Lentamente, regresando
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2 de septiembre de 2012
Actualizaciones en www.tecleando-blog.com.ar
Aquí, algo de lo publicado en las últimas semanas:
Dime quién soy – Julia Navarro
Estupor y temblores/ Una forma de vida/ Biografía del Hambre – Amélie Nothomb
El club de los viernes – Kate Jacobs (saga)
Virus
Además, actualizamos las páginas Quién soy y Ratón de Biblioteca
Te esperamos (y no olvides dejarnos tu mensaje para que sepamos que estuviste por ahí).
4 de abril de 2012
Lo que me queda por vivir - Elvira Lindo
Antonia (nombre que aparece una sola vez y a mitad del libro) es una mujer de treinta y tantos que nos va contando su vida saltando de una época a otra sin seguir la cronología sino los temas. Puede ir a lo largo de diez años en un par de páginas sólo por seguir un hecho o un sentimiento.
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28 de marzo de 2012
Todo cuanto amé - Siri Husvedt
Tenía este libro en mi lista de por leer desde hacía bastante tiempo. Por una cuestión u otra no había logrado hacerme con él, hasta que, con la excusa de las fiestas de fin de año, conseguí mi ejemplar y comencé a devorarlo ni bien el reloj dio las doce campanadas del 2012. Como primera lectura del nuevo año resultó un muy buen augurio para lecturas futuras.
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27 de marzo de 2012
Nos mudamos (de a poco)
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¡Los esperamos!
Llega la Feria del Libro de Buenos Aires 2012
click AQUÍ. Tienen tiempo hasta el 30 de abril.
26 de marzo de 2012
La ciudad contada, en Buenos Aires
Eterna Cadencia, Libros del pasaje y Crack-Up son las librerías elegidas para esta actividad, que se desarrollará los días 27, 28 y 29 de marzo.
Para más información:
* Agenda de la Ciudad de Buenos Aires
* Agenda cultural en FB
25 de marzo de 2012
Antonio Tabucchi (1943 - 2012)
Imagen Diario El País (España)
21 de marzo de 2012
La fórmula preferida del profesor - Yoko Ogawa
El profesor, un matemático brillante, con una gran carrera, sufre un accidente automovilístico que deteriora el funcionamiento de su memoria: recuerda todo lo ocurrido antes del accidente, pero sólo los últimos ochenta minutos del presente.
La asistenta, una mujer joven, madre soltera, que se gana la vida limpiando casas ajenas, cocinando para sus patrones y haciendo trámites para ellos.
El hijo de la asistenta es un pequeño de diez años, fanático del baseball. A lo largo del libro lo conoceremos como Root (raíz cuadrada en inglés), apodo que le pone el profesor el día que lo conoce, por la forma de su cabeza.
Cada mañana, la rutina se repite, el profesor pregunta a la asistenta: ¿qué día naciste? ¿Qué número calzas? Y a partir de las pacientes y repetidas respuestas, re comienza esta particular relación que finalizará –al menos para el profesor- cada noche.
Contada en primera persona, desde la perspectiva de la asistenta, se lee con facilidad y mucho placer, logrando enganchar al lector, quien terminará –seguramente- profundamente encariñado con estos tres entrañables personajes.
Si bien podríamos definir esta historia como simple si pasáramos por ella un poco por encima, al metemos en la narración –algo no muy difícil de hacer- nos encontraremos con temas que son imprescindibles en nuestra vida y que son tratados con pasión: la amistad, el respeto por el otro, la contención de nuestros semejantes en los malos momentos, y además algo de lo que realmente no tomamos consciencia a menos que esta ya no esté: la memoria y el buen funcionamiento de nuestra mente en general.
Gracias a la lectura conjunta que organizó Isi, pude descubrir a esta autora que pinta muy bien. Leí reseñas sobre sus otros librosque la elogian, por lo que seguramente repetiré.
¡¡Gracias Isi por organizarlo todo!!
Pueden leer las demás reseñas siguiendo los links:
Reseña de Soledad (esta que estás leyendo)
16 de marzo de 2012
The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore
15 de marzo de 2012
Criadas y señoras - Kathryn Stockett
Los blancos del 1800 no estaban dispuestos a perder los beneficios que traía ser dueño de otros seres humanos (aunque ese no fuera el término que utilizaban para referirse a ellos).
La última vez que vino a mi mente esa imagen fue al comenzar a leer Criadas y señoras. Argentina o Estados Unidos, 1810 o 1950, las realidades eran similares, y los negros sufrían el escarnio de no ser considerados personas iguales a los blancos.
Todo comienza con la vuelta de Skeeter (la típica joven blanca de clase alta de los años ´50 en el sur de Estados Unidos) a la plantación de algodón donde vive junto a su familia. Estuvo estudiando en la
universidad y regresa para buscar su destino, su lugar como escritora, aunque su madre sólo quiere que encuentre un marido.
A su regreso, la relación con sus amigas de la adolescencia parece estar intacta, a pesar de que sus vidas son bien diferentes: sus amigas se han casado y han tenido hijos. Tienen un hogar, un marido, la verja blanca y el perro, todo aquello que anhela la madre de Skeeter para su hija.
Pero nuestra protagonista tiene otros planes, y en la casa de sus amigas viendo el trato –mal trato- que sufren las empleadas domésticas –negras- van regando una semilla de disconformismo, que brota con toda la fuerza cuando una de ellas decide llevar adelante una acción para construir baños para negros fuera de las casas, para que las empleadas no contagien a sus patrones raras enfermedades propias de una clase inferior.
Skeeter decide jugarse todo –todo lo que ella podía perder: amistades, posición social- para escribir la historia de las criadas, pero desde el punto de vista de ellas, cambiando el registro de los libros y las historias escritos hasta ese momento.
En esta cruzada tendrá como compañera inicial y fundamental a una criada llamada Abeleen, quien será quien la primera en terminar de abrirle los ojos a una realidad de la que ella veía una parte y sospechaba muchas otras, y quien también se jugará todo, en su caso nada menos que la vida. Luego de Abeleen se irán sumando otras mujeres para contar sus historias y así luchar, desde su lugar, para que todos tengan los mismos derechos sin importar su color de piel.
A escondidas, Skeeter y las criadas irán escribiendo las historias que se plasmarán en un libro que revolucionará la ciudad de Jackson, en Mississippi.
Lamentablemente, muchos murieron en esta lucha fuera de la ficción, y aún hoy podemos ver a nuestro alrededor la intolerancia hacia el otro, el que tenemos al lado, por sus ideas, religión o color de piel. Sé que suena utópico e incluso si se quiere nâif, pero sólo deseo que estas cosas queden solamente como historias literarias.
9 de febrero de 2012
Retos y lecturas conjuntas
El “Reto 2012 A leerse el mundo”, lo organiza meribelgica. La idea es dar la vuelta al mundo durante el 2012, leyendo un libro por meridiano en los que se divide el mundo. Además del placer de la lectura, este reto es de lo más instructivo en lo que a geografía se refiere: más de uno descubriremos –y ubicaremos- lugares en el mapa de los que no teníamos ningún conocimiento. Todavía están a tiempo de inscribirse, así que para más info y anotarse dense una vuelta por http://www.meribelgica.com/reto2012/index.php y anímense.
La lectura conjunta –una especie de club de lectura- lo organiza Isi del blog From Isi. Dice la leyenda :) que luego del intercambio de varios comentarios en su blog, llegó a la conclusión de que muchos no habían –no habíamos- leído la obra “La fórmula preferida del profesor” de Yoko Ogawa, así que ¿por qué no hacerlo juntos? Si bien no participé en la gestación, me pareció que la historia era interesante y la idea de compartir el libro con personas que están en distintos lugares del mundo me entusiasmó muchísimo. Al final, cuando todos lo hayamos terminado (hacia finales de febrero) comenzarán las reseñas, que se publicarán en los blogs de los participantes –o en el de la propia Isi para aquellos que no lleven uno-. No estoy muy segura de que la inscripción en esta lectura conjunta esté cerrada, pásense por el blog y consulten con Isi –de paso no se pierdan sus post-.
Editado: Hay tiempo para inscribirse en la lectura conjunta hasta el 15 de febrero. Si están interesados, aquí el link: http://fromisiblog.articulo19.com/?p=7880
8 de febrero de 2012
El verano sin hombres - Siri Hustvedt
Con el alta médica en la mano, nuestra protagonista no logra estar en su casa, esas paredes y sus cosas la lastiman demasiado, por lo que decide irse hacia Bonden, Minnesota, su pueblo de origen. Ahí no sólo están los recuerdos de su infancia, también la espera su madre (quien vive en una residencia para ancianos) y un trabajo dirigiendo un taller de poesía para adolescentes.
Mía alquila la casa de un profesor, quien con su familia emprenden un viaje durante el verano, cerca del asilo y de la biblioteca donde dictará las clases.
A lo largo de las más de doscientas páginas que componen este volumen, Mía sólo entablará relaciones profundas con las mujeres que van apareciendo en su entorno. Las compañeras de su madre, todas damas que superan los ochenta años y están llenas de anécdotas y, también, secretos. Lola, su vecina, casada con un hombre violento, con quien tiene dos hijos: Flora y el bebé Simon (muy pequeño como para poder entablar una relación más allá del gorjeo). Las siete adolescentes que conforman su nuevo grupo de alumnas, las cuales aprenderán más que la propia protagonista de este viaje literario.
Este es el tercer libro de Siri Hustvedt que leo y el que menos me ha entusiasmado. Incluso creo –estoy casi segura- que, si hubiera sido el primero, no habría llegado a leer ningún otro.
En “Elegía para un americano” y “Todo cuanto amé”, el protagonismo está en manos de los hombres. Las mujeres son musas o meras escenografías, pero siempre en segundo plano. En cambio aquí, los hombres brillan por su ausencia –aunque hay que reconocer que un hombre es el desencadenante de la acción-.
Sentí, durante la lectura, que los personajes principales femeninos no son el punto fuerte de nuestra autora. Para mi gusto, le faltó construcción a estos, estaban incompletos, con muchas partes en sus historias que no estaban definidas.
La historia tampoco fue, para mí, demasiado atractiva. Las dos anteriores fueron originales, esta me resultó una más de entre tantas.
Por suerte, tengo en mi memoria las dos obras que leí anteriormente, por lo que voy a reincidir con esta autora sin dudarlo. Al fin de cuentas, no siempre nos gustan todas las obras de un autor.
17 de enero de 2012
The Joy of Books
Se los dejo, disfruten...
17 de diciembre de 2011
Renacida - Susan Sontag (final)
30 de noviembre de 2011
Ana Karenina - León Tolstoi
La mayoría de los que nos embarcamos en este texto conocemos el final de la heroína, y yo no veía la hora de que ese momento llegara para concentrarme en los otros personajes y sacar de en medio a esta mujer esclava de la histeria.
Y el momento llegó. Ana decide acabar con su vida y lo lleva a cabo. Y ya nada más importa. Ni la desgracia ni la felicidad de cualquiera de los demás personajes que pueden haberme atraído en las páginas precedentes y que ahora han dejado de interesarme.
La tristeza y desazón de la muerte de Ana son el corolario perfecto de una historia que nos muestra cómo la hipocresía y la falsedad de la sociedad, que tiene numerosas varas de acuerdo a quien haya que medir, nos lleva, tanto como individuos y como grupo a la más terrible ignominia.
(¿quieren saber si la recomiendo? Por supuesto. Nadie debería dejar de leer a Tolstoi)
23 de noviembre de 2011
Renacida - Susan Sontag (Primera parte del libro)
Si bien aún estoy en la mitad de mi ejemplar, no sé si mi opinión con respecto a él pueda variar mucho (aunque deseo que así sea), salvo que dé un giro de 180 grados.
Hasta el momento no logré engancharme realmente con él. No sé si esto se debe a la edición de su hijo, quien quitó mucho de lo que su madre escribió e hizo que se perdiera el hilo y algunos elementos referenciales; a que Susan Sontag escribió sus diarios, al menos estos primeros años, casi taquigráficamente con las mismas consecuencias; o vaya uno a saber cuál es la razón.
Si bien contiene frases memorables (estamos hablando de Sontag, esto es inevitable), descripciones de momentos excepcionales para su vida, no hay –o al menos yo no lo encontré aún- lo que tanto se promete: un acercamiento a los inicios de la gran pensadora, a las bases que hicieron de ella una gran referente intelectual, a comprender cómo aquella adolescente del inicio se convierte en la mujer increíble del final.
Entre todas las reseñas que leí antes de comenzar con este libro, una decía que esta obra lograba que una amara u odiara a Sontag, pero que no dejaba espacio a la indiferencia. Yo creo que la propia Sontag es quien, a través de su obra y su pensamiento no nos permite las medias tintas, que fue su compromiso con –entre otras- las causas feministas, que logró que ella fuera amada u odiada. Pero no creo que sus diarios –al menos no esta primera entrega- haga que uno cambie su opinión, ni tampoco que aquellos que no la tienen puedan formarse una.
Quien quiera conocerla debe acercarse a sus ensayos, sus disertaciones e incluso sus novelas, no a estos diarios que en muchas casos son más una agenda y una interminable lista de cosas por hacer.
(¿cómo continuará?)
16 de noviembre de 2011
Comer, rezar, amar - Elizabeth Gilbert
Otra cosa que rara vez me sucede es que me guste más la adaptación cinematográfica que el libro (la vez anterior me ocurrió con El Lector), pero aquí volvió a ocurrir (pero no creo que haya sido sólo la presencia de Roberts lo que logró este milagro, sino una adaptación de la obra que quitó todo aquello que me resultó, al leerlo, terriblemente pesado).
La narración de dos años en la vida de la periodista y escritora Elizabeth Gilbert (los más duros de su vida, según sus propias palabras en el libro), están narrados como en un diario íntimo. Las descripciones de los lugares que visita, las personas que conoce y las cosas que aprende se mezclan indiscriminadamente con sus sentimientos y, fundamentalmente, sus emociones.
Todo comienza cuando la vida de Liz Gilbert está de cabeza. Se siente fuera de lugar, frustrada y terriblemente triste. Metida en una vida que eligió sin pensarlo demasiado. Es una periodista y escritora exitosa en el plano laboral, pero cuya vida privada se desmorona a ojos vista.
Luego de dejar a su marido, pasar por un divorcio que la deja sin nada (literalmente) y terminar una relación posterior que la dejó más destrozada aún, decide emprender un viaje en el cual conocer el placer y descubrir la vida espiritual. Sus destinos son tres “I”: Italia, India e Indonesia. Comer como en Italia, rezar como en India y amar como en Indonesia (título completo del libro en castellano).
Y así es como Liz emprende su viaje, que pretende que dure un año completo, planificando estar cuatro meses en cada uno de estos países.
En Italia su personalidad extrovertida le permite relacionarse profundamente con numerosos habitantes de Roma, creando lazos que no se extinguirán cuando ella se vaya. Descubrirá el placer de la comida y no sentirá ninguna culpa (todo lo contrario) al devorar sin parar los platos más tradicionales de la península en cantidades industriales. Sus amigos le enseñarán el idioma, del que ella se enamora, y a disfrutar de las charlas y la buena comida en compañía de gente que la aprecia.
Luego de este festín de los sentidos –nunca mejor dicho-, llega el momento de la espiritualidad, de dejar de lado los placeres mundanos para zambullirse en el conocimiento del alma, buscando, fundamentalmente, cicatrizarla. Al llegar a India, Liz se hospeda en un Ashram, un lugar donde los fieles de todas las creencias van a meditar, a aprender a conocerse y a limpiar su alma para poder hacer frente al mundo. Cuatro largos meses pasa nuestra protagonista, sufriendo y luchando contra todo aquello que arrastra en su vida y de lo que no puede desprenderse. Aprende a ver en su interior, a mirarse con más detenimiento y sobre todo a perdonarse y quererse.
Y, tras ir de una punta a la otra, de los placeres absolutos al mayor ascetismo, decide ir a Bali. Un lugar donde ya ha estado hace unos años, y donde conoció a un gurú que le predijo que ella volvería a esta ciudad para enseñarle inglés y que, a cambio, él le enseñaría todo lo que sabía.
En Bali encuentra mucho más de lo que va a buscar. Se encuentra a sí misma, ese equilibrio que viene persiguiendo desde el principio del libro y que se le hace esquivo.
Me gustaron los pasajes en los que Gilbert cuenta sus experiencias directas con la gente y los lugares, describe los paisajes, cuenta sus experiencias y encontronazos con las diferentes culturas que va descubriendo a lo largo de los kilómetros. Incluso me divirtieron.
Se me hicieron muy pesados los tramos en los que descarga toda su perorata seudo religiosa. Aquí vale aclarar que soy agnóstica, por lo que mi comentario anterior no está relacionado con que me haya sentido atacada u ofendida en alguna creencia. Me agotó con su discurso de que ese descubrimiento espiritual que ella tuvo es el único camino hacia la felicidad. No me gustan los fundamentalistas (en ningún área).
15 de noviembre de 2011
¿Volviendo...?
No lo sé, lo iré descubriendo con el paso de los días y a medida que vaya tecleando cada letra, que quizás, sólo quizás, se conviertan en palabras.
(Los comentarios de libros que iré publicando en estos días fueron escritos, a la fuerza, durante este tiempo. No serán publicados en el orden en que fueron escritos ni tampoco en el que los libros fueron leídos. Irán apareciendo, así, a medida que a cada uno de ellos les llegue el momento de hacerlo).